Revolución en 2 ruedas: el programa EcoBici en CABA

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El transporte público ha pasado a ser, sin lugar a duda, una cuestión que adquiere cada vez mayor relevancia en los grandes centros urbanos. Diversas problemáticas como el aumento en el tráfico, los niveles de contaminación y los accidentes de tránsito, son algunas de las cuestiones por las cuales los gobiernos han decidido tomar cartas en el asunto.

Varias políticas han surgido al respecto fomentando el uso de autos eléctricos o el uso de transportes alternativos como monopatines, pero la bicicleta parece ser la opción más exitosa.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con Horacio Rodríguez Larreta como Jefe de Gobierno, se ha implementado desde hace varios años el programa EcoBici, cuyo objetivo principal es el aumento del uso de las bicicletas y el desarrollo de un transporte sustentable.

Este último punto presenta información sumamente relevante para explicar por qué fomentar este tipo de políticas públicas. En materia medioambiental, el transporte carretero representa más del 50 % de las emisiones de gases de efecto invernadero que presenta la ciudad. Algunos de los ejemplos son la nafta (14.5%), el Diesel (11.26%) y el GNC (3.19%).

Sin embargo, el impacto parece ser, en vista de la opinión pública, un problema pequeño que no es una prioridad en la agenda ciudadana. Contrario a lo que puede pensar el imaginario colectivo, si tomamos en cuenta el total de la contaminación generada en CABA, encontramos que lo respectivo en materia de transporte es mayor aún que lo perteneciente a los residuos, un 28% vs un 15% respectivamente.

La apuesta por una reorganización de la movilidad y del transporte genera claros beneficios en materia de salud, medioambiente y economía. El uso de la bicicleta mejora el estado físico, reduce el sedentarismo y previene el riesgo cardíaco. A su vez, también evita la emisión de gases de efecto invernadero y requiere de una baja inversión de mantenimiento en comparación al automóvil.

Desde ya esta nueva visión genera una postura en contra por parte de algunos usuarios, que no tiene intención de modificar las calles y avenidas, dado que esto reduce el espacio para circular del automovilista.

Sin embargo, el éxito de la implementación de dicha política pública, cuyos resultados están a la vista, ha sido un aumento considerable del uso de la bicicleta en la ciudad.

Desde su lanzamiento, a inicios del año 2010, el programa EcoBici ha construido unos 267 km a lo largo de la Ciudad para conectar a las distintas comunas que la componen. A su vez, se han instalado semáforos específicos para ciclistas, así como también el sistema de bicicletas propias que el Gobierno de la Ciudad ha montado en distintas estaciones.

Actualmente, cerca del 4 % de los viajes que se realizan en la Ciudad son con bicicletas. El objetivo del gobierno porteño es poder llegar, para el año 2023, al millón de viajes diarios.

Desde ya que la incorporación del uso de las bicicletas debe ir acompañada de una serie de medidas por parte del gobierno que fomenten su utilización. En ese sentido, los créditos para la compra de bicicletas son una medida fundamental para dicho fin.

Tanto en el mandato de Mauricio Macri y posteriormente con Horacio Rodríguez Larreta se han desarrollado, en colaboración con el Banco Ciudad, créditos para incentivar su compra. Es importante destacar que, a valores del año 2020, una bicicleta nueva promedio no baja de los 20 o 30 mil pesos y de ahí en adelante.

Consecuentemente, hay una deuda pendiente respecto a la regulación del uso, del robo y del espacio de la bicicleta como tal. A pesar de que la ciudadanía cuenta con elementos regulatorios como la ley 2586 hecha por legislatura porteña o el manual del ciclista, hay una serie de cuestiones que hoy en día parecen ubicarse en un punto gris.

En primer lugar, el robo de bicicletas ha presentado un aumento considerablemente en los últimos años y, si bien existe un sistema de denuncias, no parece tener mucho efecto actualmente. En segundo lugar, no son muchos los lugares que cuenten con capacidad suficiente para poder dejar la bicicleta, por lo que, en ese sentido, es necesario ampliar la infraestructura en los distintos puntos de la ciudad con el propósito de poder viajar con la misma sin el peligro que representa dejarla en la calle.

La Ciudad de Buenos Aires se ubica en el puesto número 133 a nivel mundial en materia de movilidad y transporte, por debajo de ciudades latinoamericanas como Santiago de Chile y Montevideo.

Sin lugar a duda, este tipo de políticas parece haber llegado para quedarse. Las problemáticas en materia de transporte y movilidad están en el ojo de la tormenta y los gobiernos deben tomar decisiones concretas al respecto. Un desafío que abarca a todos los sectores de la sociedad juntos en una transformación cultural.


** Este artículo se escribió en el marco de la materia «Diseño e Implementación de Políticas Públicas en Argentina» de la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad Torcuato Di Tella.


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Juan Ignacio Torija

Licenciado en Ciencia Política, actualmente realizando una maestría en Políticas Públicas, con desempeño laboral tanto en el sector privado como en la administración pública. Como profesional se desempeña en el ámbito de la consultoría, en el desarrollo de estrategias cualitativas y cuantitativas, tanto a nivel nacional como regional en español y en inglés. A su vez posee experiencia de trabajo cooperativo tanto con empresas del sector privado como con agencias estatales. Áreas de trabajo: comercio exterior, justicia laboral, salud, entre otras.

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